Ir con niños a la playa puede ser toda una aventura y es que la arena y el agua es para ellos un campo de juego que no pueden encontrar en ningún otro lugar.
Poco más les hace falta y, aun así, es normal llevar una bolsa llena: palas, cubos, tablas, colchonetas, toallas, bañadores de repuesto, crema solar…
¡Menuda bolsa!
Tener hijos y disfrutar de los placeres del verano no es incompatible, pero debemos tener ciertas precauciones.
Coge papel y boli y apunta; te contamos qué llevar a la playa con niños:
¡Protección solar! Imprescindible
Antes de pisar la arena, asegúrate de que llevan la crema solar extendida a la perfección. Para huir de las quemaduras que tanto daño pueden causar a los peques no puedes olvidar la crema solar de factor 50+ y sí, es resistente al agua ¡Más que mejor!
Por supuesto, la crema solar hay que reponerla en la piel de nuestros peques cada cierto tiempo, más aún si pasan gran parte del día en el agua.
Recuerda, pasar un buen día en la playa con niños depende, en gran medida, de su protección.
El horario ideal para la playa con niños
Si bien es cierto que pasar un día en la playa con niños implica llegar pronto e irse tarde, hay que evitar el sol entre las 12:00 y las 17:00. Si no se puede evitar, entra en juego nuestra querida sombrilla. Durante este tiempo, los rayos son muy intensos y, en consecuencia, muy peligrosos.
Desde Batilas te recomendamos llegar a primera hora del día o por la tarde si tienes la oportunidad de disfrutar de la sombra en las horas centrales del día.
Hidratarse. ¡Más que una obligación!
Si vas a la playa con niños, una botella de agua será tu mejor aliada. El objetivo es mantener al peque hidratado, algo que también se puede conseguir con la fruta. Por ello, llevar una neverita portátil con agua y algunas piezas de fruta es un must de las escapadas a la costa. Gracias a ello, tus hijos tendrán los líquidos y los nutrientes necesarios para hacer frente a un día de diversión, agua y mucho calor.
Estos tips te ayudarán a disfrutar con éxito de la playa con los niños, recuerda intentar ponerte en la sombra y refrescarte de vez en cuando,
¡Ahora solo te queda disfrutar de la playa!
