No llores: La frase que NO deberías decir a tus hijos.

Como padres ver a llorar a nuestros hijos no nos gusta, es lógico, y para frenar esta situación, con el afán de hacerlos sentir mejor y tranquilizarlos,  sale de nuestra boca la frase “No, no llores” o “No pasa nada”. Es inconsciente.

Sin embargo, sin quererlo, lo que estamos haciendo es querer controlar lo que está sintiendo, invadiendo su sentimiento, negando sus emociones. Dándoles a entender que llorar no está bien, y que no pueden permitirse estar así.

Imagínalo de esta manera, tú estás llorando por una situación que te pone triste y alguien, con mucho cariño te dice “No pasa nada” ¡Claro que pasa!. Ni más esta decir que tú, como adulto, tienes la capacidad de comprender que esa persona intenta consolarte pero ¿Qué pasa con los niños?

¿Qué puede pensar y sentir un niño si le dices “No pasa nada” “No llores”? Recuerda que ellos lo entienden todo en sentido literal, desconocen nuestra intención de consuelo. Por ello este tipo de respuestas los confunde, sentirán que no los comprendes o que sus emociones no cuentan.

Si queremos enseñar a gestionar adecuadamente sus emociones, tenemos que ser comprensivos, escuchar y empatizar con lo que están atravesando. Por ello, en lugar de decir “No llores”, o “No es para tanto” podemos contenerlos con algunas de estas frases:

Aquí estoy.

Piensa que cuando un pequeñín está pasándolo mal, saber que el papá/mamá están allí, a su lado, es lo que necesitan. No podemos evitar su dolor, pero podemos estar con ellos, apoyándolos.

Te entiendo.

Quizás hay situaciones que como adultos restamos importancia y para ellos son un mundo. Sea lo que sea, debemos comprender su sentimiento, escuchar de nuestra boca: “Lo entiendo” para ellos será de gran ayuda.

Hay situaciones de frustración cuando quieren hacer algo, no lo logran y rompen en llanto que como padres solemos decir “No es para tanto”. Sin embargo una manera de ayudarlos a gestionar ese sentimiento es diciendo “Tranquilo, lo harás bien” o “‘Vamos a intentarlo juntos”, saber que cuentan con nuestro apoyo y confianza es clave para ellos. Ya que de esta manera se sentirán más seguros y tendrán más confianza en ellos mismos para lograrlo.

Aunque no nos guste, llorar es bueno y necesario muchas veces.

Los niños necesitan llorar, es su manera de desahogarse y si cambias esas frases inconscientes y comienzas a reemplazarlas, se sentirán acompañados, comprendidos y aprenderán gestionar sus emociones desde pequeños.