Los riesgos de comprar una talla más

Elegir los zapatos de tus hij@s no es tarea fácil.

Seguramente te hayas encontrado comprando zapatos para ellos y te has hecho esta pregunta: Le crece tan rápido el pie… ¿Y si se lo compro una talla más?. Es lógico, lo primero que pensamos es «De esta manera le durará más tiempo».

Comprar una talla más de zapatos para los peques suele ser un error común, tu niñ@ no caminará de forma correcta y para poder compensar el movimiento seguramente realizará apoyos en la planta incorrectos. Pero también si lo compras demasiado ajustado, en muy poco tiempo dejará de valer, además de resultar dañino para su crecimiento.

 

¿Por qué es tan importante?

Debes saber que la elección del calzado adecuado es crucial para asegurar el buen desarrollo del pie, y más sabiendo que los pies cuentan con un conjunto de cartílagos moldeables y de estructura inmadura que terminan de solidificarse entre los 18 y 20 años.

Para poder reconocer el zapato adecuado, la talla es demasiado grande cuando la plantilla sobresale más de 1,2 centímetros. Para comprobarlo debes colocar el pie de tu niña o niño encima.

Y si hablamos de tallas pequeñas, se produce cuando entre la plantilla y el dedo gordo del pie es inferior a medio centímetro. Si esto sucede se desaconseja por completo su uso.

Pero también hay tallas límites, esta se considera cuando sobresale aproximadamente medio centímetro el pie. En ese caso ya deberíamos ir a comprar un nuevo par de zapatos.

¿Lo recomendable? Aquella distancia que deja entre el pie y la punta entre 0,8 y 1 centímetro.

¿Qué indicios son los que nos pueden decir si el zapato NO es el adecuado?

-El talón se sale al andar.

-El tobillo le baila al andar, esto hace perder seguridad y equilibrio al andar.

-Los dedos tocan la parte de arriba de la puntera.

-El pie del peque presenta rojeces al retirar el calzado.

Cuando una de estas tres circunstancias sucede ya sabes que debes cambiar el calzado.

¿Quieres un truco para escoger el zapato perfecto?

Crea una plantilla casera con la silueta de los pies y los dedos de tu hijo o hija. Esta práctica es ideal para medir con exactitud, aún cuando los peques no van de compras o quieres realizar tu compra online.